Leer uno, dos, tres libros… Releer fragmentos de uno, dos, tres libros… Repasar artículos anteriores, propios y ajenos. Pensar. Repensar. Anotar ideas.Procastinar. Arrepentirse. Sentir presión. Sentir angustia. Querer ser médico, maestra, pintora… cualquier otra cosa (detenerse y pensar que esto se está pareciendo mucho a una crónica de Leila Guerriero, pero disculparse, por aquello de que los temas se repiten, de la intertextualidad, etc.).Ser valiente: abrir el documento nuevo en la computadora. Poner: título, sumario, nombre y dos apellidos, y rogarle a todo lo espiritual que te ayude.A veces empezar titulando, a veces por el primer párrafo, a veces por algo que no sirve de nada y termina borrado. Tomar velocidad. Disfrutarlo. Estancarse. Sufrir. Parar para responder mensajes. Ir al baño. Leer un poema que nada tiene que ver con lo que estás escribiendo. Decirle a tu mente que sabes lo que hace, que pare, que esto hay que acabarlo ya.Poner música. Quitarte los zapatos. Volver a la hoja. Buscar la palabra exacta. Jugar con las palabras. Creerte genio por esa maravilla que has escrito. Detestar esa frase que suena tan fea y no saber cómo matarla. Insistir. Insistir. Insistir. Revisar.Dar una vuelta. Tomar agua. Sentir hambre y comer algo, o no. Volver al texto, con miedo o dispuesta a todo. Mirar con incredulidad las erratas que estuvieron ahí todo ese tiempo sin que las vieras. Leer en voz alta diez veces, porque algo te suena a repetido, pero no sabes qué.Percibir que aquella maravilla no era tal, y que no hay genialidad por ninguna parte. Podar con miedo. Podar con saña. Contrastar datos. Ver fantasmas en todas partes. No terminar el texto, abandonarlo (esto también ya lo dijo alguien) por cansancio y por lástima: pobres cuartillas vapuleadas, pobre espalda.Cruzar los dedos para no haber metido la pata. Estar en paz. Tratar de que una duda repentina no te enturbie el ánimo.Leer lo publicado y regalarte unos piropos. Criticarte sin compasión: esa palabra no iba.No querer, sin embargo, ser ninguna otra cosa más que alguien que escribe. (Granma)