Tras más de seis décadas, las consecuencias del criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE. UU. contra Cuba equivale a 1  499 000 millones de dólares.

Al presentar el informe, en septiembre pasado, el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció en particular el impacto de la política sobre el comercio exterior y las relaciones financieras internacionales de Cuba.

Ahora durante dos jornadas –29 y 30 de octubre– , el canciller cubano se encuentra en Naciones Unidas para la presentación del documento ante la Asamblea General.

Este miércoles 30, el foro de 193 países votará la propuesta de Resolución de Cuba, que estima pérdidas por valor de 5 056,8 millones de dólares, como consecuencia del cerco, solo entre marzo de 2023 y el 29 de febrero de 2024.

Al iniciar el debate en la sede de Naciones Unidas en New York, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, sostuvo que «hoy como tantas veces antes reitero la oposición al bloqueo impuesto contra Cuba y rechazo la aplicación extraterritorial de leyes discriminatorias».

 Explicó que el bloqueo ha obstaculizado el desarrollo sostenido de Cuba y ha afectado a los más vulnerables, y de forma directa, el acceso a los servicios de los cubanos.

 Añadió que el rechazo a esa política es un consenso internacional, precisando que los lideres de América Latina y el Caribe, reunidos en la cumbre de CARICOM, enviaron un mensaje claro: poner fin al bloqueo.

 Señaló que Brasil acompaña con preocupación la situación energética en la Isla, agravada por el bloqueo y el huracán Oscar, al tiempo que manifestó la solidaridad con el pueblo y Gobierno en estos momentos difíciles y anunció la activación de medidas de asistencia buscando soluciones para suministrar combustible y alimentos por diversos canales.

 El canciller brasileño instó a los Estados Unidos a reconsiderar su política hacia Cuba, eliminar las sanciones y a la Isla de la lista de los estados que patrocinan el terrorismo y fomentar un diálogo basado en el respeto mutuo y la no injerencia.

 Creemos, concluyó, que el fin del bloqueo será fundamental para que Cuba pueda superar los desafíos.

El representante de Singapur, en nombre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), manifestó en el debate en las Naciones Unidas el apoyo al proyecto en contra del bloqueo impuesto por los Estados Unidos a Cuba. 

Como muestra de ese firme apoyo de la comunidad internacional puntualizó que Asia siempre ha pedido a los EE. UU. que levante esa política.

 Asimismo dijo que las diferencias deberían conversarse a través del diálogo.

«Esto ha imposibilitado la transacción, remesas, turismo, ha afectado negativamente la vida de los cubanos de a pie», expresó.

De igual forma añadió que la inclusión de la Mayor de las Antillas en la lista de países patrocinadores del terrorismo ha generado una gran dificultad en el sector bancario y limita, además, el prepararse para los eventos climatológicos extremos y como motivo no se ha podido enviar, incluso, ni medicamento.

Cuba ha sido uno de los países más exitosos y esta lista busca amenazar su soberanía, puntualizó. 

Ha pasado más de 60 años, agregó, y es hora de paz. Asia se suma al coro de que los EE.UU. ponga fin al bloqueo. Las relaciones deberían normalizarse.

El representante de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) calificó de lamentable el bloqueo económico de EE. UU. a Cuba, tras seis décadas de aplicación.

Ratificó su apoyo a la exigencia colectiva de que se rechace esta política y volvió a denunciar la manera flagrante en que EE. UU. ignora las decisiones de la Asamblea General con una actitud contraria al espíritu a las pasadas asambleas.

Enfatizó que el bloqueo no solo afecta al ámbito comercial, sino que acarrea consecuencias humanitarias gravísimas.

Condenó a la injusta condena impuesta a Cuba al incluirla en la lista de países patrocinadores del terrorismo, y pidió la salida de la misma.

Alertó que es significativo el impacto también en el sistema de salud, tanto para la limitación de adquirir medicamentos, como para acceder a productos para su fabricación.

En resumen, dijo, es un obstáculo para lograr los objetivos de desarrollo y reafirmó el compromiso inquebrantable de su país con el derecho internacional humanitario.

«La Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac) lamenta que el bloqueo sea una realidad para el pueblo de Cuba» y así lo manifestó, en nombre de la organización, el representante de Honduras, nación que ostenta la presidencia protémpore.

El diplomático subrayó que el bloqueo continúa siendo el principal obstáculo para que Cuba se desarrolle con normalidad.

«En el informe se confirman los costos que la política acarrea para el país, pues causa daños cuantiosos al bienestar del pueblo cubano y es contraria a los deseos de paz de los pueblos latinoamericanos y caribeños plasmados en la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz», dijo.

Enfatizó que el bloqueo también es contrario a los principios de la Carta de Las Naciones Unidas y del derecho internacional, por lo que reiteró el rechazo a tan inhumana política.

A su vez expresó el desacuerdo con la inclusión de Cuba en la arbitraria lista de patrocinadores del terrorismo, la cual «además de ser infundada ha reforzado el efecto intimidatorio asociados al bloqueo y menoscabado las posibilidades de Cuba de entablar relaciones financieras con asociados internacionales.

Al intervenir en nombre del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de Naciones Unidas, la representante de Eritrea explicó que el bloqueo constituye una de las vulneraciones más sistemáticas y graves del derecho internacional a la Carta de Naciones Unidas.

Destacó que la Asamblea General de Naciones Unidas ha exigido con mayoría abrumadora que se ponga fin al bloqueo; no obstante, las consecuencias de esta política contra la población cubana se han agravado.

Precisó que más de 30 resoluciones han sido insuficiente para eliminar el bloqueo a pesar de que los reclamos han sido contundentes. «Cada día que siga el bloqueo es una vergüenza para el multilateralismo y la Carta de las Naciones Unidas».

Remarcó que el bloqueo no solo vulnera el derecho de los cubanos a manejar sus asuntos sin injerencias, sino que impide a otros estados del mundo desarrollar relaciones económicas con la Isla por las consecuencias que puede representar.

Señaló que el carácter punitivo y extraterritorial de esta política se ha visto exacerbado con la aplicación del Título 3 de la Ley Helms-Burton.

La representante destacó que Cuba ha sido clasificada como país que abandera el terrorismo, «una de las mayores calumnias que se ha dicho contra una nación; el mundo necesita más solidaridad, no más bloqueo». (Granma)