Si hay algo que define a Francisca López Civeira —Paquita, como la llaman con cariño— es su pasión por enseñar. Esa vocación, cultivada durante décadas, ha sembrado el afecto en cientos de estudiantes que hoy la honran no solo como maestra, sino como un ejemplo de bondad y compromiso.

Reza un saber popular que cuando los alumnos quieren tanto a un profesor, es porque hay gratitud sincera. Y esa verdad quedó plasmada en el panel homenaje realizado el pasado 17 de febrero en la Casa del Alba Cultural, durante la 33 Feria Internacional del Libro de La Habana, organizado por la Editorial Nuevo Milenio para celebrar la trayectoria de esta prestigiosa historiadora; y presentar su más reciente obra: “La representación de los Estados Unidos en la República plattista”, un análisis crítico sobre las relaciones entre Cuba y Estados Unidos durante el período de influencia de la Enmienda Platt (1901-1934).

Un legado tejido en el aula

“Sus alumnos de ayer son hoy profesores de nuevas generaciones”, subrayó Jorge Luis Aneiros, presidente de la Unión de Historiadores de Cuba al recordar los inicios de Paquita en el magisterio: desde su servicio social rural en Mayarí, hasta su integración en 1971 al Departamento de Historia de la Universidad de La Habana, donde se convirtió en profesora emérita.

Además de su obra, insistió, es muy apreciada por historiadores cubanos de todos los segmentos: en la academia, la universidad, los municipios y las escuelas. Su labor en los medios de comunicación, así como sus numerosos libros, es de gran utilidad no solo para investigadores, sino también para el público en general. Esto ha hecho su obra accesible a los ciudadanos, quienes la reconocen y la acogen con cariño.

Una idea que compartió Elier Ramírez Cañedo, académico cubano y Doctor en Ciencias Históricas, quien expresó su profundo aprecio por la historiadora, una de las intelectuales a  quienes ha sido dedicada esta edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana. (Cubadebate)